domingo, 6 de septiembre de 2009

Pobreza y delincuencia.


Antes que nada, el tema merece ser tratado con mucho cuidado y la posición que voy a tomar bien interpretada.
Si lo que esperas es alguien que diga que los únicos que cometen delitos son los pobres y por eso hay que impedirle que los cometan antes que tengan la posibilidad, prende C5N. Si sos progresista bien intencionado y negás toda relación entre la pobreza y la delincuencia te invito repasar y repensar esa posición porque: a) no tiene nada que ver con la realidad ; y b)le haces el juego a la derecha reaccionaria.

Aclaración al joven idealista de izquierda:
Podrán correrme por izquierda alegando que las clases altas también cometen delitos (de cuello blanco) pero no son criminalizados por su baja vulnerabilidad frente al sistema penal, lo cual es cierto. Sin embargo, esa postura supone que los delincuentes de hoy son una especie de Robin Hood que solo le roban a los ricos. Por el contrario, los sectores más perjudicados por el delito urbano coinciden con los sectores más vulnerables de la sociedad. Por esa misma razón no minimizamos el problema de la seguridad y tampoco creemos que sea una mera sensación. Los niveles de violencia social son altísimos y creemos necesario un abordaje serio desde los sectores progresistas.


¿Cuál es el miedo del progresismo para relacionar ambos conceptos?
El miedo -por demás fundado- es que una interpretación parcial nos puede llevar a un resultado que no buscamos, siéndole muy útiles a quienes pretenden criminalizar la pobreza. Desde esta posición se podría decir que estaríamos contribuyendo a afianzar el imaginario colectivo que cree que la causa de todos los males de la sociedad son los pobres.
Pero más perjudicial y perverso sería no hablar del tema y por eso me hago cargo de esta tarea bastante peligrosa.


Lo cierto es que la exclusión y el delito tienen mucho que ver. Esto es así porque su genealogía los une. Ambos conceptos tienen una fecha de nacimiento en la historia
y esa fecha es la misma.
Permítanme aburrirlos y hacer un poco de historia pero es imprescindible para seguir con esta idea.

El problema criminal, tal como hoy lo conocemos, nace con el capitalismo. Nace cuando se abandona el régimen feudal y los antiguos siervos que ahora son libres pero sin tierra deben migrar a los burgos. Junto con este desarrollo nace la propiedad privada y con ella los no-propietarios. El esquema era el siguiente: se repartieron grandes extensiones de tierra a unos pocos, unos pocos burgueses se hicieron dueños de los medios de producción y muchísimas personas que sobraban en ese modelo buscaron la manera de sobrevivir -como diríamos hoy- honradamente. Cuando esos medios honrados se agotaron, naturalmente la gente no decidió morirse lentamente de hambre. ¿Y cómo hicieron? Acá llegamos al primer hurto de la modernidad! y con ello al momento en que el problema criminal se convierte en un tema central en la agenda de la clase dominante sedienta de seguridad para la circulación de sus mercancías. Como vemos, la pobreza, la desocupación y el derecho penal nacen causalmente en la misma época.
De hecho las primeras leyes criminales se llaman leyes de pobres (poor law, inglesas). Nacen las casas de correción , casas de trabajo y posteriormente las cárceles. El castigo empieza a ser la privación de la libertad por su valor comercial. Se dejo de matar a los infractores, no por una cuestión de humanidad, sino porque en un futuro podrían convertirse en mano de obra para las industrias (Rusche y Kirchheimmer) .
Esta es la razón porque históricamente hubo pobres en las cárceles. Cuando Lombroso hizo su estudio sobre los criminales, lo hizo sobre el conjunto de personas alojadas en las cárceles y obviamente encontró lo que fue a buscar: los presos tenían una fisonomía común. De ahí la conclusión que había algo innato en ciertas personas que los hacían criminales. El error de Lombroso fue suponer que todos los que estaban en las cárceles eran criminales y los que estaban afueran, no. Con esto le dió a la clase dominante un elemento -aparentemente cientifico- para iniciar una cruzada contra los campesinos italianos. Cualquier similitud con la actualidad no es mera coincidencia. También se omitió decir que la homogeneidad de los clientes carcelarios se debe, por un lado, a que las leyes penales de cierto modo están hechas a su medida, y por otro , que es la histórica fidelidad del sistema penal frente a un estereotipo lo que retroalimenta el ciclo.
Un ejemplo viene bien..no recuerdo que autor decía algo así como " En este país hay igualdad. Esta prohibido tanto para los ricos como para los pobres dormir abajo de un puente." De esto estabamos hablando.

Volviendo al siglo XXI, cuál es la relación que tiene hoy la exclusión con la delincuencia.
La realidad es que dificilmente se vean pibes de clase media robando autos a punta de pistola. Puede haber algunos, pero lo cierto es que la mayoría pertencen a los sectores mas desventajados. Este es el hecho que no pretendemos negar.
·Excluidos hay como nunca en Ámerica Latina -a pesar que en el último tiempo muchos gobiernos latinoamericanos intenten poner sus esfuerzos en revertir esta situación.
·Los puntos de referencia, es decir, la expectativas económicas y sociales de cada individuo son cada vez mas altas. La televisión se emepecina en mostrarnos culos que no podemos tocar.
·El mensaje del consumo se transmite por alto parlante, sin discriminar entre quienes pueden y quienes no, actuar en consecuencia.
·Inversamente proporcional son los medios
honrados disponibles que nos permitan alcanzar las expectativas que impone la sociedad.
Toda esta tensión es fundamental. Este desfasaje es una fábrica de delincuentes. Prohibir toda posibilidad de acceso legítimo a los bienes que el consumo dice que hay que tener para ser alguien, es una fábrica de delincuencia. Te dicen que ser es tener y cuando es así, se tiene a cualquier precio.

¿Se puede pensar que alguien ante una situación como ésta no va a reaccionar? Se puede creer que un legislador desde su computadora, reformando un código penal y cambiando una serie de números -bajos- por otros -más altos-, va a solucionar un problema tan profundo como el de la criminalidad?
Por eso sostenemos que las variables a largo plazo que una propuesta progresista debe abordar son las escasas oportunidades de una franja inmensa de la población (medios), los niveles escandalosos de riqueza y los niveles estructurales de pobreza.
El
mientras tanto es un punto a debatir, pero de ninguna manera puede ser aumentar el presupuesto de los aparatos represivos pudiéndolos re-direccionar a combatir las variables que mencionabamos. En otras palabras, dejar de comprar motitos y chalecos anti-balas, porque lo único que se va a lograr -en todo caso- son menos policías muertos (cosa que aplaudimos, pero acuerdense que estamos hablando de reducir los niveles de violencia).
Otro desafío es ganar el monopolio del discurso frente a la avanzada de la derecha reaccionaria en la opinión pública, sin ocultar la cruda realidad que agudizó el neoliberalismo por temor a que esos mismos argumentos se utilicen en contra de los sectores más golpeados. Quienes deberían ocultar esta realidad son ellos, no nosotros.

Tiramos la priemera piedra.. si algún comentario pide más, ahí estaremos para debatir.

4 comentarios:

  1. Antes que nada Felicitarte y agradecerte por este blog! hace tiempo vengo entrando a tu pagina y cada vez me gusta mas y la encuentro muy interesante tanto! que reparti la direccion a compañeros y me respondieron lo mismo
    Soy estudiante de abogacia en la UNL , y comparto muchas cosas de tu blog! felicitarte y agradercerte eso es todo! y segui postenado un abrazoooo!!!

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  2. Muchas gracias Cristobal por tu comentario. Me alegra que encuentres interesante el blog y lo mismo tus compañeros. Un abrazo para los colegas estudiantes de la UNL.

    Saludos

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  3. muy bueno el comentario. Hace un tiempo fui a una charla de Marcelo Sain, y lo abordaba desde un optica parecida a la tuya, de como se la erra por izquierda y por derecha.
    Abrazo

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  4. jose, creo que es una constante en criminólogos que no solo estudian el tema sino que también trabajan o trabajaron en algún organismo público. La verdad no se cuál es la razón... presumo que su proximidad cotidiana con la criminalidad, y por otro lado la responsabilidad real y directa de solucionarla, no pudiendo perder el tiempo en los supuestos daños colaterales que implicaría reconocer la relación entre exclusión-delincuencia. Ahora que aportás lo de Sain, voy confirmando la regla.

    Abrazo

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